Vino y primavera
Adiós al frío invierno… Llega la primavera con nuevos bríos y nuevos vinos. Los expertos aseguran en el sector vinícola que es la temporada de mayor consumo, junto con el verano. El buen tiempo abre el apetito y las ganas de disfrutar de almuerzos o cenas al aire libre, armonizadas con un buen caldo.
Es la época del renacimiento, en la que se cierra una etapa oscura y aparece la luz. Y con ella, los vinos blancos y rosados, que ganan protagonismo en este periodo, invitan al disfrute y acompañan los platos de ensaladas, de pasta, gazpachos o cualquier sushi. Pero también, como siempre, se mantienen los tintos, buenos en cualquier momento del año, aunque preferiblemente en estos meses la apuesta debe ser por los de cuerpo más ligero.
Aunque las modas están cambiando, es poco habitual tomar un blanco frío en invierno, pero hay vinos, como Lapola, de la bodega Dominio de Bibei, en la Ribeira Sacra (Orense), o el riojano Qué Bonito Cacareaba, firmado por uno de los bodegueros más interesantes de España, Benjamín Romeo, de la bodega Contador, que sostienen cualquier almuerzo o plato de invierno como también refrescan cualquier velada primaveral o estival.
Los rosados, tan denostados hace bien poco y siempre relegados a un segundo plano, están cogiendo fuerza, poco a poco, y van ganando fans que se suman a la causa rosada. En esta misma línea han ido ganando prestigio los champanes rosados, que se han convertido en una bebida cool. Y hasta hay bodegas que, conscientes de toda la fuerza y atractivo que puede tener este vino, que suele ser sencillo, aromático, fresco y ligero, lo visten de gala. Beronia, la bodega riojana de González Byass, ha ideado una cesta de picnic con la que disfrutar de una pequeña muestra de la rica gastronomía de esta zona vinícola: un queso de cabra, un frasco de mermelada de pimientos y un pan de centeno con dos botellas de Rosado Tempranillo 2010.
Otro rosado, Palacio de la Vega Garnacha 2010, de Bodegas Ramón Bilbao, llega al mercado con un premio bajo el brazo: en el concurso Challenge International du Vin se ha llevado la medalla de bronce. Conviene aclarar que el vino rosado, una idea bastante extendida, no es una mezcla de uvas blancas y tintas. Su elaboración está hecha con uvas tintas y el tono rosado se debe, entre otras razones, al proceso de fermentación.
Pero también es el momento de no escatimar para tomar un buen champán y alejar la idea de que su consumo solo hay que reservarlo para ocasiones especiales. La llegada de la primavera puede ser la excusa perfecta.
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